Mi abuela: la chola y la embestida de él, que se quema por dentro. 

Mi abuela: la chola y la embestida de él, que se quema por dentro. 

Quiero contarles cómo comienza el curso de mis ideas; ejercer presión en el lugar ¿desde dónde?, preguntarse el ¿para qué?, seguido del ¿qué me pasa con esto?.  Pero esa pretensión no sería nada, si no sostengo la posición rastrera que da origen a este e

Digamos que, el estómago se me arruga, que es una fuerza que llega a los labios y desde ahí, me envuelve los oídos. Qué creo que desde la bronca es muy fácil escribir, porque entonces el destino no sería otro que el de aliviar. Que a veces el discurso político se vuelve loco, y la convivencia son esos espacios chiquitos, sumisos, pequeños, donde uno ignora todo y encuentra la capacidad de soñar.

No me van a convencer de que la magia no existe, y ahí me sostuve: Es la sensibilidad de alrededor, de los que apuestan a la voluntad, más allá de la validación, los que por entrega abandonan los piropos progresistas y se suman a la autocrítica, a la acción de querer ser mejores. Eso sí, es una verdad hostil, un lugar hostil. Hay privilegios y comodidad, hay cuestionamientos y errores.

Pero qué es una posición si se sostiene sin errores. Qué es un niño maltratado. Qué es una persona sin escuchar.

Entonces pienso en lo políticamente correcto, en la crueldad repetida del presidente, que ha construido una verdad por encima de cualquier razón.

Podés resistirte a todo

Menos a la tentación en tus modos

El amor es un sentir y también una idea

¿Cuánto se puede sostener los militares en las calles?, contra el “crimen organizado”.

Organizado de pibitos, sin sueños, que viven el día a día como una aventura de terror. Un ejército de estereotipos para la estructura liberal, que aparentemente está ahí por elección y no por consecuencia.

La consecuencia es el terror que vivió la militante de hijos, que en democracia rompieron su vida, donde unos idiotas, en su inflexible ignorancia proyectan el orgullo del presidente.

En este sentir, que también es una idea, el destino no es solo un alivio, sino el sueño de la transformación, de creer que lo mágico existe. Que la Chola se reencontró con su hijo mayor, mi tío, desaparecido por la dictadura militar. Que no hay mal que por bien no venga. Que esa ilusión nos da fuerza, nos ayuda a atravesar el dolor. Que esta conducta de reclamar no quema, sino que es el fuego de la memoria, que uno la encuentra en amigos, en las marchas, en amores, que finalmente nos transforman, nos ayudan a ser mejores personas y sentir que Nunca Más, es Nunca Más.

Por: Alan Gómez Tutau