En las últimas horas, Faustino Oro, un apasionado de Vélez Sarsfield de tan solo 10 años, logró una hazaña extraordinaria al vencer al noruego Magnus Carlsen en una partida que ha dejado al mundo del ajedrez boquiabierto. “Estoy muy contento; una gran alegría para mí porque nunca había jugado contra él”, fueron las emocionadas palabras de Faustino tras su victoria que ha captado la atención de todos.
Este argentino de 10 años escribió un capítulo memorable en su joven pero emocionante carrera al enfrentarse por primera vez al mejor jugador del mundo, Magnus Carlsen. La victoria de Faustino se produjo en una partida “bullet” (cada jugador tiene un minuto para mover) en el circuito de torneos Bullet Brawl que se celebra semanalmente en Chess.com. Pero esta victoria no llegó de la nada; la historia de Faustino es un relato asombroso que merece ser contado.
Faustino Oro representa a la generación Alfa, nacida a partir de 2010, que ha crecido inmersa en la era digital. Descubrió el ajedrez durante el confinamiento provocado por la pandemia de COVID-19 y, en menos de cuatro años, se ha convertido en un experto en este juego, desentrañando sus secretos con maestría.
Este joven prodigio ha alcanzado un Elo de 2316 puntos a una edad en la que ningún otro ajedrecista en la historia documentada de este deporte lo ha logrado. Sus logros lo sitúan por encima de figuras legendarias como Fischer, Karpov y Kasparov, e incluso del actual número uno del mundo y ex campeón mundial, Carlsen. Faustino ha batido récords de precocidad en el ajedrez, obteniendo títulos de Maestro Candidato y Maestro FIDE a una edad temprana. Por estos logros, ha sido reconocido como el mejor Sub 8 y Sub 10 del mundo.
A finales de 2023, Faustino y sus padres, Romina y Alejandro, tomaron una decisión trascendental en sus vidas. Mientras Faustino continúa estableciendo récords en el mundo del ajedrez, la familia decidió apoyarlo en su sueño de convertirse en parte de la élite de este deporte y conquistar el título mundial. Por esta razón, se trasladaron a España con la esperanza de que, con la planificación adecuada y el apoyo necesario en todos los aspectos de su vida, Faustino pueda perseguir su sueño durante los próximos cinco años. A pesar del cambio físico, Faustino seguirá representando a Argentina en las competiciones.
Este joven prodigio del ajedrez tiene un rostro infantil, adornado con una sonrisa casi constante. Detrás de sus grandes y coloridas gafas, sus ojos castaños transmiten un constante asombro. Mientras estudia geografía o matemáticas, en el tablero de ajedrez es capaz de resolver ecuaciones con la rapidez de un rayo; su capacidad para visualizar hasta 10 movimientos sin mover las piezas es impresionante.
Faustino Oro es hijo único de Romina y Alejandro, ambos contadores públicos y fervientes seguidores de Vélez Sarsfield. Después de cursar hasta el 4° grado en la escuela San José de Calasanz en Buenos Aires, la pandemia y el confinamiento cambiaron sus vidas de manera inesperada.
El viaje de Faustino en el mundo del ajedrez comenzó en mayo de 2020, cuando su padre, Alejandro, desempolvó un viejo juego de ajedrez en medio del confinamiento. Lo que empezó como un simple entretenimiento se convirtió en una pasión ardiente para Faustino. Aprendió rápidamente y comenzó a jugar en línea, ganando experiencia y subiendo en el ranking. Después de impresionar a su padre con movimientos poco comunes, Faustino comenzó a recibir clases por Zoom y luego presenciales en el Círculo Torre Blanca, demostrando una capacidad excepcional para el juego.
En poco más de tres años, Faustino ha disputado decenas de miles de partidas y ha alcanzado un puntaje Elo superior a los 2900 puntos, acercándose a los grandes maestros del ajedrez. Su futuro en Europa parece prometedor, donde tendrá la oportunidad de competir en los torneos más importantes y alcanzar el puesto número uno del mundo.
La prensa española lo ha comparado con “el Messi del ajedrez”, y a sus 10 años, Faustino ya ha derrotado al mejor jugador del mundo en esta disciplina. Sin embargo, a pesar de sus increíbles logros, Faustino sigue siendo un niño que disfruta cada momento de esta experiencia extraordinaria.
Fuente: Infobae
