El rock de los 80´s, que vino de la mano con la vuelta de la democracia en Argentina, sigue manteniendo un peso gigantesco en cuanto al impacto socio cultural. Ya van tres o cuatro generaciones de argentinos que viven el sentimiento ricotero, lo mantienen vivo, son parte de las “Misas”, llevan las canciones en remeras, tatuajes, su familia y en sus sentires cotidianos. ¿Por qué esa mística y vigencia es solo con ellos?
El pogo más grande del mundo, el amor de los fanáticos, la ilusión que muchos tienen: “Solo te pido que se vuelvan a juntar” (el Indio con Skay), pocas entrevistas, muchos comunicados y cartas, cuestionar al poder, tener las letras con difícil interpretación y muchas teorías son parte del universo que engloba a Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota. Un fenómeno que no tiene género, edad o clase social en Argentina. Podemos decir que es el post punk más local y pegadizo hasta el día de hoy.
“Nadie es capaz de matarte en mi alma”
Como ricotera, centennial y flequilluda, no llegué a ver a los Redondos en vivo, tampoco al Indio y solo tengo anécdotas y comentarios de familiares y colegas sobre la experiencia que era ver a los Redó. Aunque, agradezco la existencia de las bandas tributo, que cada ricotero se acerca y la va a ver con la misma manija, piluso y trapo como sí fuera a ver a los mismísimos.
Yo era muy chiquita cuando los Redondos se separaron, mis papás no los escuchaban tanto, y no me metí dentro del mundillo ricotero hasta muy entrada mi adolescencia, casi en conjunto con mi formación de mis ideales políticos romantizados y que fueron musicalizados por la banda de La Plata. Inclusive, este año cuando fui a votar me puse un vestido negro que tiene las letras PR en rojo y un piluso negro básico para hacer alusión a mi voto sin decir nada.
Hace menos de dos meses tuve la posibilidad de vivir la mística de ver a los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, con el aire de misa ricotera, complicidad, manija y cariño de vivir un momento único como lo es cada recital de rock y, sobre todo, nacional argentino.
Son espacios donde podemos observar la magia en su totalidad y que todos podamos convivir en un lugar tranquilo. Además, se muestra la vigencia de la emoción del público, los diferentes rangos etarios y también se ven en vivo momentos icónicos como el del joven eufórico que decía: “¡Aguante la birra, aguanten los Redondos!” (lo más curioso es que ese chico podría ser cualquier persona que esté leyendo esto).
Un cumpleaños el Día de los Inocentes
La banda de La Plata nació el 1976 un 28 de diciembre, ensayaban en un sótano y en 1977 empezaron a tocar en vivo. Cuentan que eran muy estrambóticos, con circo y muchos tipos de performance en el escenario (no por nada los iba a ver hasta Marta Minujín).
Cuenta la leyenda que un 28 de diciembre de 1982 Patricio Rey se iba a presentar en el Teatro Bambalinas de la ciudad de La Plata. Cabe destacar que en ese momento no existía la autopista Buenos Aires-La Plata, había una ruta de mano única, habitualmente con bastante tránsito y ese día hubo un accidente que bloqueó el acceso a la Ciudad Autónoma.
En este contexto, ya que gran parte del público y la banda no habían podido llegar al lugar, colgaron en la puerta del teatro un cartelito que decía algo así como “Show suspendido. Feliz día de los inocentes” o, según otra versión, “Show suspendido: Patricio Rey está festejando su cumpleaños, feliz día de los inocentes” y así nació la leyenda.
Sí llegaste hasta acá, mi querido lector ricotero, quiero desearte un muy feliz día porque el mundo “es redondito y de ricota”.
Por: Antonia Rodriguez
