Balón Gástrico: La nueva invención para bajar de peso

Balón Gástrico: La nueva invención para bajar de peso

Esta tecnología se introduce en el estómago si la necesidad de ir a cirugía y sin la colación de anestesia. Cuanto tiempo lleva el tratamiento y quienes pueden utilizarlo. Te contamos como fue la experiencia en la ciudad de Rosario, Santa Fe.

Más de cien rosarinos ya ingirieron el balón que permite bajar de peso

Más de 100 rosarinos ya recurrieron el balón gástrico ingerible, un método que permite bajar de peso en poco tiempo y que tiene cada vez más aceptación por lo sencillo del procedimiento y los buenos resultados.

La mayoría son personas de entre 40 y 60 años que vienen lidiando hace rato con los kilos de más. El 60% se sumó a este procedimiento en el transcurso de 2023.

Antes de la aparición de este globo ingerible, que ocupa lugar en el estómago disminuyendo el apetito y generando más saciedad con las ingestas, los balones debían colocarse siempre mediante endoscopía y con anestesia. Ahora, la práctica es en forma ambulatoria, lleva unos 20 a 30 minutos, por lo que el paciente regresa a su casa rápidamente y a los pocos días retoma sus actividades en forma normal.

La persona debe ingerir una cápsula (del tamaño de un tomate cherry pequeño) y el profesional que guía el procedimiento “la infla” una vez que está en el estómago. Se controla mediante una simple radiografía.

En la mayoría de los casos, y con el acompañamiento de un equipo de profesionales que ayudan en la reeducación alimentaria y otros cambios de hábitos, se logra una reducción del 12 al 15% del peso corporal en cuatro meses. Justamente ese es el tiempo máximo en el que el balón permanece en el estómago. Una persona que pesa 80 kilos, por ejemplo, puede bajar unos 12 kilos en ese lapso. Pero hay quienes logran bajar 10 kilos en dos meses o menos, ya que varía de acuerdo a cada paciente.

“Es una herramienta que favorece a quienes tienen sobrepeso o obesidad y les viene costado mucho llevar adelante un tratamiento”, explicó a La Capital Diego Awruch, médico cirujano, director del Centro de Cirugía Bariátrica del Sanatorio Británico, donde existe un equipo interdisciplinario con 15 años de experiencia en el abordaje de la obesidad.

Está indicado especialmente para los que tienen que bajar entre 8 y 25 kilos. No es apto para índices muy altos de masa corporal ya que en esos casos hay otros métodos como las cirugías bariátricas que han demostrado eficacia.

Por el momento, las obras sociales y empresas de medicina prepaga no reconocen esta práctica médica por lo que el paciente debe desembolsar unos 3.500 dólares, que es el costo que tiene el balón (importado).

Quienes optan por el balón gástrico ingerible deben realizarse controles una vez por mes y es fundamental el seguimiento para que el paciente aprenda y sostenga nuevos hábitos de alimentación e incorpore otros como la actividad física. “Lo que relatan muchos pacientes es que en la medida que van perdiendo peso descubren los beneficios de comer mejor, de tomarse su tiempo para cuidarse, salir a caminar, correr, pasar más tiempo al aire libre. No es solo adelgazar sino que es todo un cambio de vida”, señaló Awruch, quien tiene muchos años de trayectoria en intervenciones bariátricas y metabólicas.

El balón como concepto en el marco de los tratamientos para la obesidad tiene más de 25 años. Hasta no hace mucho, se colocaban vía endoscópica y con sedación o anestesia y se sacaban de la misma manera por lo que hacían falta dos videoendoscopías en el proceso.

“Antes se pensaba que cuanto más tiempo estuviera en el estómago era mejor, pero estudios realizados después de que se colocaron más de 200 mil balones gástricos (de la manera tradicional) demostraron que los mejores resultados se producen en los primeros tres meses y que luego pueden aparecer algunas complicaciones como reflujo o erosiones gástricas. Por eso, este método, que es bastante nuevo en la Argentina y revolucionó el campo de los tratamientos para bajar de peso, se coloca por cuatro meses como máximo”.

Luego de esos meses iniciales, generalmente se continúa con un tratamiento a base de fármacos aprobados para controlar el peso (hormonas intestinales) y siempre se sigue de cerca al paciente para que pueda sostener los nuevos hábitos, “que es lo más difícil y lo más importante”, remarcó Awbruch.

“En general los rosarinos y gente de la zona ya vienen a la consulta con información. Han leído sobre el método o tienen amigos o conocidos a los que les fue bien con esto. Luego de la primera consulta (que se puede hacer también por videollamada) y a partir de estudios sencillos en unas dos semanas aproximadamente podemos estar colocando el balón ingerible”, señaló el médico, quien también realiza consultas por este procedimiento en una clínica en Funes.

“Me han consultado personas que tienen que bajar tres o cuatro kilos. Para ellos no está indicado porque hay otros caminos. Tampoco se puede usar en quienes tienen obesidad mórbida o si hay arritmias severas o reciben anticoagulantes por cualquier motivo”, señaló.

“Siempre hay que tener en cuenta que la obesidad es una enfermedad, no un problema porque la persona no se pone las pilas y por eso no baja. Requiere de una mirada interdisciplinaria profesional y un acompañamiento importante porque lo más complicado es sostener los cambios. Otro punto crucial es que cuanto más tiempo se sostiene el sobrepeso más difícil se hace abordarlo, por eso, recomiendo que quienes hace tiempo que están con kilos de más, que sienten que están en una lucha constante, consulten porque hay muchas opciones, cada vez más personalizadas, que pueden cambiarle la vida para mejor”.

Awruch puntualizó: “Bajando el 10% de tu peso ya mejorás muchísimo parámetros de salud como la presión arterial, el colesterol, la diabetes y otros problemas metabólicos”.

Fuente: La Capital